domingo, 30 de junio de 2024

Historia y voz para pueblos sin historia

Colonización. Historias de los pueblos sin historia trata un tema desconocido, olvidado e ignorado. Escrito a cuatro manos, Marta Armingol y Laureano Debat guían y acompañan al lector en un viaje muy interesante por muchos de los casi trescientos pueblos de colonización con los que el régimen franquista proyectó poblar nuevas zonas de regadíos o reubicar a los damnificados por la inundación de pantanos en la segunda mitad del siglo XX. Alrededor de cincuenta y cinco mil familias se desplazaron desde sus lugares de origen a estos nuevos pueblos en Aragón, Andalucía, Extremadura, Castilla o Cataluña.  

Arquitectura, arte, medios de vida; espacios, ausencias, tiempo pasado y voces actuales. Todo para conformar un sólido recorrido ilustrado, muy visual gracias a la narración fluida y descriptiva, un álbum del imaginario en blanco y negro, una crónica literaria que trata los datos con rigor y esmero periodístico. Tengo algunos familiares viven en uno de esos pueblos de colonización y que he visitado en varias ocasiones: sus casas, calles o esa iglesia que me parecía "diferente". Tras la lectura de este libro y las referencias que en él he encontrado, cuando vuelva seguro que me fijaré en algunos detalles que habían pasado desapercibidos y descubriré algunos otros. Por cierto, este libro obtuvo libro Obtuvo I Premio La Caja Books de No Ficción.

Gracias Laureano y Marta por escribir esta historia de pueblos sin historia. Gracias por mostrar una realidad actual, que no ha caducado, y dar voz, sin distorsionar, a aquellos colonos y colonas, sus hijos y nietos, que hablan desde la experiencia. Algunos testimonios reconocen como válida e incluso agradecen la gestión a Franco: "si no fuera por él, este pueblo no existiría". Recibieron casa, yunta de vaca y vaca, algunas gallinas y parcela (que luego tuvieron que pagar, y entregar todos los años buena parte de su cosecha y también la cría de la vaca si nacía). Unos quieren mantener el apellido del pueblo ("del Caudillo") otros explican como costó roturar las tierras, muchas piedras, poca agua, tractores compartidos, mucho esfuerzo y primeros años difíciles, a veces en barracones hasta que se construían las casas. Otros callan o parece que desconocen que su pueblo esta junto a uno de los campos de concentración mas grandes de los años de represión tras la guerra civil, donde todavía aparecen hoy restos humanos. O tampoco dan muchas explicaciones sobre el Canal de los Presos que se construyó con mano de obra de republicanos encarcelados. Y silencio. Hubo en esa época mucha propaganda institucional y demasiado silencio. Las imágenes del NO-DO disfrazaban en blanco y negro la realidad gris de aquellos años. Trabajo y silencio. Todavía hoy resuena el eco mudo.


Los autores plantean algunas cuestiones que tienen que ver con esa dualidad y merecen un debate, como por ejemplo la museificación para la recuperación de la memoria y la construcción de una historia, pero que se asentaría sobre una alfombra calcificada de dictadura, muerte y tortura. ¿Existe la fórmula que permita el equilibrio entre sensibilidades sin herir, sobre todo, a tantos que fueron represariados? 

Con el tiempo algunos pueblos han desaparecido, otros permanecen y la mayoría se han transformado e incluso reutilizado convirtiéndose en espacios turísticos, pero mantienen parte de su estructura original. Pueblos sin historia, con un patrimonio diferente, que ahora recuperan su memoria en esta crónica necesaria, pasado y presente, en la que testimonios y datos documentan parte de nuestra historia reciente. Para leer y releer. 


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