domingo, 21 de septiembre de 2025

Ilustradores ilustrados

"Estampa, grabado o dibujo que adorna o documenta un libro": Esa es la segunda acepción de la palabra Ilustración en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. 
La cuarta acepción dice: "Movimiento filosófico y cultural del siglo XVIII que acentúa el predominio de la razón humana y la creencia en el progreso". 

Época que también se llamó el Siglo de la luces. 

Ni Ramón Acín (Huesca, 1988-1936) ni Víctor Juan (Zaragiza, 1964) se definen como ilustradores y, sin embargo. me atrevo a afirmar que ambos lo son, ilustradores ilustrados. En presente, aunque Acín fuese ejecutado en agosto 1936 sin motivo alguno, solo por pensar e iluminar, en aquellos días de ostracismo donde las balas apagagaron demasiadas luces. Ramón Acín sigue vivo. Y su esposa, Concha Monrás, que fue fusilada pocos días después, también.  Yo siempre repito que nadie muere mientras alguien lo recuerde. Víctor Juan se ocupa de ello en varias de sus publicaciones En cualquiera de nosotros un pedazo tuyo (Fundación Ramón y Katia Acín. Museo Pedagógico de Huesca, 2020) o en El secreto de las pajaritas (Rolde de estudios aragoneses. Fundación R y K Acín, 2023) y también en Tu eres antes que todo (Fundación Ramón y Katia Acín, Rolde de estudios aragoneses, Editorial Pregunta, 2022).

Ramón Acín y Concha Monrás se escribieron cartas y postales desde que comenzaron su relación, palabras de amor y dibujos ingeniosos que Ramón envíaba a su «Chiteta» y luego a sus hijas Katia y Sol. 

Y Víctor Juan, artesano de las palabras, manteniendo vivo el recuerdo de Ramón y Conchita, nos regala un libro grande, Tu eres antes que todo, que recopila esa relación epistolar. Grande y luminoso, porque el autor/editor irradia siempre luz y esperanza, a pesar de la muerte y de la injusticia. 



Ramón Acín escribía desde la cárcel cartas a Conchita y le decía que estaba «todo lo relativamente bien que se puede estar sin libertad... y sin ti, mejor dicho, sin ti y sin libertad porque tú eres antes que todo». 

Este libro grande y luminoso está repleto de ilustraciones e ilustración, la de Voltaire y Rousseau, la del pensamiento crítico y la defensa de la justicia social, la que se oponía a la intransigencia y el absolutismo. 

Víctor Juan decidió no sólo transcribir las cartas sino mostrarlas en ilustraciones a tamaño real, para que quien lea el libro pueda estar «lo más cerca posible de las postales personalizadas, de las hojas arrancadas de cuadernos, de los dibujos de los personajes que ramon y Conchita inventaron», «imaginar el tacto de los humildes papeles reutilizados que se envíaban»... «la caligrafía apresurada de Ramón, con manchas de tinta, con sus añadidos, con sus tachaduras»

Por eso el libro no nos ofrece solo el epistolario entre Ramón y Conchita, sino que abre las páginas a las imágenes de cada una de las cartas y postales que se enviaron entre 1918 y 1936, las que sobrevivieron al saqueo de su casa y sus hijas Katia y Sol pudieron recuperar. 

Gratitud infinita a Víctor Juan por este libro grande, repleto de ilustraciones e ilustración, necesario, para que nada empeñezca o distorsione la realidad, la belleza o el amor. Un documento tan gráfico como emotivo. 

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