jueves, 29 de septiembre de 2022

Tenéis que venir a verla

Cuando en  el inicio de una película los primeros cuatro planos son fijos y duran más de un minuto cada uno, enfocando el rostro, uno a uno de los protagonistas, sin diálogos y con un concierto de piano como fondo musical ya tiene un arranque desafiante. 

Cuando el título es tan provocativo como Tenéis que venir a verla, ya es una declaración de intenciones en sí mismo y promete algo diferente, algo nuevo.

Cuando el director, Jonás Trueba (Madrid, 1981), finaliza la película del modo que lo hace (no quiero hacer spoilers) la provocación y el desafío dejan de serlo y con la sencillez del buen gusto el espectador se queda con la sensación de que ha visto Cine, en mayúscula en todo su sentido como una pieza de arte. Y vida. 

Ese “algo diferente, nuevo” a lo que me refería antes, esa provocación, esa sencillez en el planteamiento y esa elegancia en la ejecución me retrotraen a la Nouvelle Vague, al recientemente desaparecido Godard y a Truffaut. Estructurada en secuencias con diálogos abundantes en la película vive también  la poesía con versos de Olvido García Valdés. Y tiene una fotografía muy cuidada de la mano de Santiago Racaj. Como curiosidad, el cameo de Fernando Trueba y Cristina Huete, padres de Jonás en la vida real. "Lo real: los seres, el mundo", se escucha en uno de los versos. 


Fotograma de Tenéis que venir a verla


El director se nutre de lo cotidiano para convertirlo en pura filosofía de vida a través de dos parejas jóvenes que se encuentran y comparten veladas de amistad. Excelente y natural interpretación de Vito SanzItsaso Arana, Irene Escolar Francesco Carril. Las dudas existenciales, el futuro, el modo de vivir, la incertidumbre ante la falta de recursos naturales son temas que sobrevuelan el núcleo de la película, siempre desde el humor sutil, desde la sugerencia elemental y desde la sencillez aparente. Trueba retrata "lo real" de una generación que se enfrenta al reto de la contradicción entre lo que vive y lo que desea, elegir o renunciar, la imperfección de la vida misma. Lo real.

Jonás Trueba ha hecho una gran película a pesar de su corta duración (poco más de una hora) y tenéis que ir a verla; aunque no está ya en la cartelera de las salas de cine, la tenéis disponible en Filmin


Trailer de Tenéis que venir a verla


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