Llevamos ya cuarenta días. Pero esta cuarentena va a ser mas larga. De momento se ha prorrogado el Estado de Alarma y tenemos por delante 18 días más, sin garantía de que a los 58 días finalice este confinamiento. Aunque nos empeñemos en mantener el optimismo y el buen tono, es inevitable que algún día se nos haga largo y nos invada el desasosiego. Es humano. La tragedia que estamos viviendo va más allá de la alarma sanitaria y las cifras. No podemos dejar a un lado la tristeza por tantos y tantos fallecidos que además se van en silencio, sin despedidas y en soledad.
Nada es comparable pues nada parecido se había vivido hasta ahora en la historia que nos precede, en una
sociedad siempre en desarrollo desde hace siglos. Claro que han ocurrido otras
pandemias, pero nunca desde que nuestro modo de vida es el que es.
Y además, se une la incertidumbre
de no saber cómo cambiarán nuestras costumbres y nuestros hábitos, nuestro
trabajo y nuestras relaciones cuando se abra la puerta para retomar nuestras
vidas. Es una certeza que en un futuro próximo casi todo será diferente.
No sé si es por
eso, pero a mí me da por mirar al pasado
estos días a través el cine y estoy viendo películas en blanco y negro.
Historias que reflejan también “otro tipo de confinamiento” como Nunca pasa nada (Juan
Antonio Bardém, 1963), crítica (osada para la época) de la España de los
años sesenta del siglo pasado. La historia se desarrolla en una pequeña ciudad del
interior, triste y confinada en un letargo gris, al que llega una vedette
francesa (Corinne Marchand) llena
de vida y color, sin los prejuicios ni las hipocresías que tejen la vida diaria
del pueblo. La película estuvo en Festival de Venecia en 1963 y se estrenó
primero en Méjico y luego en España al cabo de dos años, en 1965, tras pasar por la guillotina de
la censura.
Creo que es
buena opción para estos días. Además de disfrutar de una estupenda Julia Gutierrez Caba, que
interpreta a una sufrida víctima del machismo y de la falsa moral, la película
refleja las costumbres, la mentalidad y cómo se vivía en aquellos años en el
medio rural…otro tipo de confinamiento que ahogaba a sus habitantes en la
tristeza y el tiempo detenido.
Nosotros vemos la salida de esta situación a corto plazo. Ellos, lamentablemente, tardaron todavía
unos años más en abandonar su confinamiento arcaico y gris.
La película está
disponible en @FlixOle y @MovistarPlus.
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