lunes, 21 de octubre de 2024

Por encima de todo, cine


Vengo de ver La habitación de al lado, la última película de Pedro Almodóvar que se estrenó anteayer.
Es una pieza de arte, casi un poema en imágenes. Una obra para la reflexión, más allá de que cada uno esté de acuerdo o no con decidir poner fin a su vida "cuando resulta insufrible", en palabras del propio director.

Es este un Almodóvar contenido y elegante, sereno y profundo. Vida y muerte, alegría y dolor, felicidad y soledad, colores, libros, música, emociones, sonrisas, enfermedad, justicia, dignidad, libertad, Huston y Joyce, Keaton y Faulkner, Nueva York, el bosque, la nieve, el sol. Todo está en La habitación de al lado. Y, por encima de todo, cine.
 
Dos actrices, Tilda Swinton y Julianne Moore, magníficas; una dirección de fotografía de Eduard Grau tan elegante como sugerente; la música de Alberto Iglesias, una delicia en armonía con la historia, quizás en algunas secuencias en exceso, por poner algún pero. Me sobran también algunas referencias bélicas y hay en el final algo que yo no hubiese incluido (que no explico para no espoilear), pero a pesar de todo creo que esta película destaca en la extensa filmografía almodovariana.

Nieva en mis pestañas cuando salgo de la sala; no puedo más que romper el nudo de mi garganta con estas cuatro palabras escritas en mi móvil mientras voy en el autobús de regreso a casa y mostrar mi admiración hacia Pedro Almodóvar, tan odiado como amado, que evoluciona en cada una de sus propuestas superando lo insuperable. Gracias.

Sé que sus películas son esperadas y no necesitan publicidad, además esta viene avalada con el León del Festival Internacional de Venecia, pero yo insisto: Id a verla. Y en versión original, claro.

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