sábado, 21 de junio de 2008



Llegó el verano. Y con él, como no, el calor.
Llegan las vacaciones (para quien las tenga). O el deseo de ellas. Que luego se convierten, muchas veces, en quince días de supervivencia. Desde las miradas furtivas para tender la toalla en ese pequeño espacio de arena que vemos... y cuando llegamos ya hay un señor barrigudo clavando su sombrilla en el centro. Hasta los paseos por ese sendero en medio de la montaña donde no esperamos encontrar a nadie y resulta que vamos en fila india detrás de una eternidad de mochilas y gorras.

Para los que se quedan en la ciudad, llegan las cervecitas en la terraza después de la jornada laboral. Y, este año...¡La Expo!. En Zaragoza, quien mas quien menos, va a visitar por lo menos un día esa "superfiesta" de ranas que no croan pero que promete tener entretenidos, por lo menos, a periodistas y profesionales de los medios de comunicación que pasan más horas allí que en sus habituales puestos de trabajo.
Llego el verano. Y con tanto calor, que mi cuerpo ni añora la hamaca en la playita, ni la montaña, ni la Expo... Con casi cuarenta grados, lo único que apetece en un sábado como este, es echarse una buena "siestica"en la fresquísima casa del pueblo y sacar cuentas para instalar el aire acondicionado el el minipiso zaragozano donde la temperatura sube, y sube y sube.
¡Buen verano!

martes, 17 de junio de 2008

18 de Junio.


Aunque la primera película en cine sonoro fue El cantor de jazz (6 de octubre de 1927), ya antes, un 18 de junio de 1927 se proyecta en Nueva York el primer reportaje cinematográfico sonoro: la recepción en Washington al aviador estadounidense Charles Lindbergh , tras su vuelo, sin escalas, sobre el Atlántico. Fue el primer hombre que atravesó el Océano volando.

Posteriormente, se realizó en Los Angeles la primera entrega de los premios Oscar, y en aquella oportunidad la mayor distinción otorgada por la Academia -la de mejor película del año- fue para un film que describía la guerra aérea en aquel conflicto. Se trataba de Alas, cuya realización en 1927 coincidió con el momento en que la aviación se popularizó como nunca antes con el histórico vuelo de Charles Lindbergh, y justamente son sus palabras las que abren el film recordando el sacrificio de los pilotos de la Gran Guerra. La aparición de la película también coincidió con el advenimiento del cine sonoro, por lo que Alas quedaría en la historia no sólo como el primer film en ser bendecido con el más codiciado de los Oscar, sino también como el único film mudo que haya recibido aquel premio.
Asi pues, era un film mudo pero con una introducción sonora. A partir de ahí y hasta hoy, el cine ha evolucionado sin parar.
Desde hoy, 18 de Junio de 2008, hasta el futuro ¿nos sorprenderá el cine con más novedades tan revolucionarias como la incorporación del sonido?

jueves, 12 de junio de 2008

Ennio Morricone y la huelga

- Pues mi madre no hace huelga cuando le suben el pan-, dice ella.

Y los demás ríen.

Son cuatro adolescentes que hablan en voz alta. Yo voy en el autobús, aún medio dormida, como la mayoría de pasajeros en esta mañana de jueves laboral.

Uno de los chicos, quizás el más razonable, en voz más bajita le contesta:

- Mira, los transportistas tienen que hacer huelga porque si les siguen subiendo el gasóleo, no se pueden ganar la vida-

Y añade en tono todavía más docente, como si de un maestro explicando la lección se tratase:

- Es como si a un carpintero le suben la madera. ¿cómo se gana la vida si la materia prima sube y sube?



No sé como ha seguido la conversación porqué el autobús ha llegado a la parada donde yo tenía que bajar, pero de buen gusto me hubiese quedado escuchando. Era curioso ver a esos chavales tan jóvenes hablando del tema de actualidad: la huelga de los transportistas. Una huelga capaz de sembrar la histeria en algunas amas de casa que han vacíado las estanterías de los supermercados haciendo acopio de leche, huevos y otros alimentos para meses. Pero una huelga también capaz de paralizar la producción de factorías automovilísticas (General Motors, Seat) y otras empresas.

Yo no me dejo llevar por esa reacción alarmista: no llené la nevera (que por cierto está vacía, vacía), no puse gasolina... ¡Había colas de horas en algunas gasolineras!. Resulta que mañana tengo un viaje previsto y esta tarde he buscado una gasolinera cercana para repostar. Sin problemas. En la primera gasolinera que he ido, sin colas, sin excesos, he llenado el depósito (para prevenir que a la vuelta no me encuentre con los surtidores cerrados). No hay porqué preocuparse...

A no ser porqué la huelga también me ha afectado directamente: SE HA SUSPENDIDO EL CONCIERTO DE ENNIO MORRICONE porqué según informa Europa Press la huelga de transportes impide traer a Zaragoza la infraestructura del escenario. Y yo ya había comprado las entradas, claro.

Así que en mayor o menor medida a todos nos afecta (y nos incumbe) la huelga de los transportistas. Pero como todas las huelgas, supongo que precisan de nuestra paciencia y nuestra solidaridad. Al fin y al cabo, todos somos "dependientes" de otros en este sistema.

Esperaré con ilusión que el concierto de Ennio Morricone pueda celebrarse en otra fecha (o pediré la devolución del importe de las entradas, claro).

"El que no se conforma, porqué no quiere".

Y mañana, viernes 13, inauguran la Expo. Con huelga o sin ella.