domingo, 11 de julio de 2010

Bécquer y Cernuda. Principio y fin, donde habite el olvido...

Voy a estar un tiempo ausente allí donde habita el olvido...



Primero fue Gustavo Adolfo Bécquer:

RIMA LXVI
¿De dónde vengo?... El más horrible y áspero
de los senderos busca,
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los páramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde esté una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.



Gustavo Adolfo Bécquer (1836 - 1870)




Y luego, el también sevillano Luis Cernuda se inspiró en esos versos para escribir...


"Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido."



Luis Cernuda (1902 - 1963)



Joaquín Sabina, haciendo un guiño a ambos poetas, cantó...

"Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no tienen mucho sentido,
una vez me contó, un amigo común,
que la vio
donde habita el olvido".


Si vuelvo por aquí os avisaré de alguna manera. ¡Hasta siempre!