sábado, 21 de junio de 2008



Llegó el verano. Y con él, como no, el calor.
Llegan las vacaciones (para quien las tenga). O el deseo de ellas. Que luego se convierten, muchas veces, en quince días de supervivencia. Desde las miradas furtivas para tender la toalla en ese pequeño espacio de arena que vemos... y cuando llegamos ya hay un señor barrigudo clavando su sombrilla en el centro. Hasta los paseos por ese sendero en medio de la montaña donde no esperamos encontrar a nadie y resulta que vamos en fila india detrás de una eternidad de mochilas y gorras.

Para los que se quedan en la ciudad, llegan las cervecitas en la terraza después de la jornada laboral. Y, este año...¡La Expo!. En Zaragoza, quien mas quien menos, va a visitar por lo menos un día esa "superfiesta" de ranas que no croan pero que promete tener entretenidos, por lo menos, a periodistas y profesionales de los medios de comunicación que pasan más horas allí que en sus habituales puestos de trabajo.
Llego el verano. Y con tanto calor, que mi cuerpo ni añora la hamaca en la playita, ni la montaña, ni la Expo... Con casi cuarenta grados, lo único que apetece en un sábado como este, es echarse una buena "siestica"en la fresquísima casa del pueblo y sacar cuentas para instalar el aire acondicionado el el minipiso zaragozano donde la temperatura sube, y sube y sube.
¡Buen verano!

4 comentarios:

  1. Cuando quieras te cambio el calor de Zaragoza por el de Sevilla, y además te regalo un rincón seguro en el fin de los tiempos. Un saludo

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  2. Con lo maravillosamente bien que se está en casa, sea verano o invierno.
    Me encanta estar entre mis cosas y mis espacios y mis neuras y mis hijas y mi santo esposo y mis cazuelas y mis calores y mis fríos.

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  3. Gracias por vuestros comentarios. Y por visitar este blog, donde habita el olvido (siempre creo que es un espacio olvidado poco visitado). Pero hoy me alegra "recibir" un nuevo visitante: LANOBIL,¡bienvenido!. He visitado también tu blog, rincón de palabras exquisito. ¡Encantada de conocerte!
    Un beso también para mi buena amiga M.Jesús.

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  4. Hola, querida.
    No me digas que aún estás celebrando la victoria española, je, je.
    O... qué estás haciendo, que no te veo?????????????
    Besos.

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